La maderoterapia comienza con una valoración personalizada para identificar las zonas a trabajar, como abdomen, piernas, glúteos o brazos. Luego, se realiza una preparación de la piel mediante un masaje manual con aceites reductores o drenantes para activar la circulación. A continuación, se utilizan instrumentos de madera especialmente diseñados (como rodillos, copas, champiñones o tablas moldeadoras) que se deslizan sobre la piel con técnicas específicas. Estos movimientos ayudan a romper adiposidad localizada, drenar líquidos retenidos, moldear la silueta y tonificar los tejidos. La sesión finaliza con maniobras relajantes y la aplicación de productos reafirmantes para potenciar los resultados.

La maderoterapia es una técnica natural, no invasiva y altamente efectiva para tratar la celulitis, la flacidez y la retención de líquidos. Su importancia radica en que activa el sistema linfático, mejora la circulación y estimula la producción de colágeno, lo cual es clave para mantener una piel firme y saludable. A diferencia de otros tratamientos, trabaja profundamente en las capas donde se acumula la grasa, permitiendo moldear la figura y tonificar al mismo tiempo. Es una excelente opción para quienes buscan un cambio real sin recurrir a procedimientos dolorosos o con efectos secundarios.

Con sesiones constantes de maderoterapia, el cuerpo empieza a lucir más estilizado, firme y tonificado. La celulitis disminuye visiblemente, se mejora la textura de la piel y se reduce la inflamación en zonas como piernas o abdomen. Además, el tratamiento tiene un efecto relajante que alivia el estrés y la tensión muscular. Al ser un método natural, también es ideal para complementar otros tratamientos estéticos, potenciando sus resultados. Es perfecto para quienes desean una silueta más definida y una piel saludable sin procedimientos agresivos.