SOBRE LA LIMPIEZA FACIAL PROFUNDA

PASOS

La limpieza profunda comienza con un análisis minucioso del tipo de piel y sus necesidades. Luego se realiza una limpieza con productos específicos, seguida de una exfoliación intensiva para eliminar células muertas que obstruyen los poros. Se aplica vapor durante un período prolongado para abrir completamente los poros y facilitar la extracción profunda de impurezas como puntos negros, comedones y acumulaciones de sebo. Posteriormente, se utiliza alta frecuencia para desinfectar la piel, se aplican mascarillas purificantes y calmantes, y se incorporan activos que promueven la regeneración y equilibrio de la piel. El tratamiento finaliza con hidratación profunda, masajes relajantes y protección solar.

IMPORTANCIA

Esta limpieza es clave para pieles que presentan signos evidentes de congestión, como acné, puntos negros, poros dilatados o textura áspera. Es un tratamiento restaurador que actúa desde las capas más profundas de la piel, promoviendo su renovación y eliminando toxinas. Es fundamental para quienes han descuidado su piel por un tiempo o necesitan un reinicio completo en su rutina de cuidado facial.

VENEFICIOS

Después de una limpieza profunda, la piel se siente libre, respira mejor y muestra una luminosidad natural. Se reducen notablemente los brotes de acné, los poros se ven más pequeños y la piel recupera su suavidad. Además, mejora la circulación, estimula el colágeno y potencia la absorción de productos de tratamiento. Es ideal para realizarla de forma mensual en pieles problemáticas o cada dos meses como mantenimiento intensivo.